Habíamos conservado congelados los ojos del infortunado conejo al que diseccionamos hace más de un mes, y por fin, tras estudiar el funcionamiento del sistema nervioso, procedimos a su disección. Primero observamos las partes por fuera, pudimos ver algunos de los seis músculos que mueven el ojo, así como la esclerótica, el iris y la pupila.
Después lo abrimos transversalmente con ayuda del bisturí y de una tijera de punta fina, ya que la esclerótica es muy resistente. Al abrirlo se produjo la salida del humor acuoso, situado entre la córnea (parte transparente que protege el iris) y el cristalino , y luego del humor vítreo, situado entre el cristalino y la retina. Observamos la forma del cristalino, esférico y transparente, que se deforma para permitir el enfoque de objetos más o menos alejados, vimos la retina, la inserción del nervio óptico...
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