En esta práctica quisimos obtener ADN humano. Puesto que está presente en todas las células del cuerpo, se puede extraer de práctcamente cualquier parte, pero más fácil es sin tener que pinchar, pellizcar o cortar. Así que lo obtuvimos de las células de la mucosa bucal, simplemente enjuagándonos la boca.
Tras someter la muestra a la acción de una solución concentrada de sal (para romper las memebranas celulares), de detergente y de etanol frío, conseguimos separar en el tubo de ensayo unas delgadas hebras: el ADN.
En la foto casi no se aprecia, pero ahí está.
Después las observamos al microscopio, donde pueden verse las fibras originadas al juntarse muchas cadenas de ADN.
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